O’Dwyer, C., McCallion, P., Burke, É., Carroll, R., O’Dwyer, M., & McCarron, M. (2018). Prevalence and associated factors of problem behaviours among older adults with intellectual disabilities in Ireland. Research in developmental disabilities.

Se trata de un estudio sobre la prevalencia de los trastornos de conducta en personas con discapacidad intelectual a partir de los 40 años de edad en Irlanda con datos de 2.008. La muestra se obtuvo a partir de la National Intellectual Disability Database (NIDD) que contiene datos de 26,006 casos. De forma aleatoria se invitó a participar a 1.800 personas. Se obtuvo una tasa de respuesta del 40,6% (753 casos). Los autores informan que tales 753 casos representan el 8,9% del total de personas de 40 o más años del registro. Ello implica que la base contabiliza 8.460 personas con DI >= 40 años, representando el 36,53% del total. Este mismo año en España se realizó la encuesta EDAD08 que manifestó que tal grupo representaba el 25,87% del total. Según el Portal Statista de la Universidad de Murcia en 2.008 la población en Irlanda era de 4.457.765 personas. Implica una prevalencia de DI del 0,58%. En España, según la fuente ya citada, era del 0,44%. Tal diferencia reforzaría la idea, ya expuesta en la explotación que realizamos de EDAD082, de que la metodología utilizada en EDAD08 podía suponer una subestimación de la realidad.

En relación a la metodología utilizada y la tasa de respuesta se puede plantear si es una muestra representativa puesto que los casos con alteraciones de conducta pudieron estar más motivados a responder y, por tanto, estarían sobrerrepresentados. En relación al índice de masculinidad (IM) observamos que es de 0,78. La mayoría de los estudios epidemiológicos coinciden en una mayor prevalencia de DI entre varones. La base de datos NIDD, de la que se obtuvo la muestra, indica un IM de 1,30 para todas las edades. También para todas las edades EDAD08 fue de 1,45, para 40 o más años el único grupo con mayor prevalencia femenina fue el de 80 o más años. Se puede plantear que igualmente el sexo femenino puede estar sobrerrepresentado.

Independientemente de lo anterior, entendemos que los datos sí permiten conocer la realidad de las personas con DI y trastornos de conducta los resultados de interés son:

a.- Mientras que se entendía que tener S de Down era un factor protector frente a alteraciones de conducta aquí no se observa. Si bien para los autores puede deberse a incluir alteraciones leves sería interesante saber el papel que puede jugar la mayor predisposición a demencias en este colectivo.

b.- No se observa diferencia de OR entre vivir en residencia o hogares comunitarios si se comparan con los que viven con la familia o independizados. Ello nos lleva a pensar que la idea que se ha presentado con cierta frecuencia de que la institucionalización es causa de alteraciones no es tal sino consecuencia. En la medida en que entornos más normalizados se dotan de recursos pueden atender a personas con alteraciones pero éstas siguen presentes.

c.- La mayor presencia de alteraciones conductuales en aquellos con patología psiquiátrica nos remite a un tema conceptual. Entendemos que en la medida en que una determinada conducta pueda entenderse como un síntoma psiquiátrico o sindrómico no debería considerarse alteración de conducta. Pensamos interesante la idea de que los estudios de esta tipo los diferenciaran ayudando a cuantificar que % es síntoma y cual conducta.

1.- Portal Statista. Universidad de Murcia. https://es.statista.com/estadisticas/725138/evolucion-de-la-poblacion-de-irlanda/ [Consulta 10/11/2018)

2.- D. Gutiérrez , J. Casas , M. March y J. Pascual. Epidemiología de la discapacidad intelectual en España EDAD08. Máster en Atención Sanitaria y Práctica Colaborativa. Universidad de Barcelona. 2006. [-]