Perry, B. I., Cooray, S. E., Mendis, J., Purandare, K., Wijeratne, A., Manjubhashini, S., ... & Hoare, S. (2018). Problem behaviours and psychotropic medication use in intellectual disability: a multinational cross‐sectional survey. Journal of Intellectual Disability Research, 62(2), 140-149. El objetivo del estudio fue el de conocer la prevalencia del los problemas de conducta (TC), su relación con el uso de psicofármacos y posibles diagnósticos eclipsados bajo el de TC en una población de personas con DI. Los datos se recopilaron entre 2013 y 2014. Se obtuvieron datos de 358 casos en Reino Unido (UK), Sri Lanka y Hong Kong. Se observó un IM de 2.06, el nivel de DI fue del 58.9% leve, 21,8% moderado, 14,45% severo, 1,4% profundo y 0.8% límite o no conocido. El 79% de la muestra de UK estaba atendido en entorno hospitalario y el resto de forma ambulatoria. La media de edad fue del 36.76 años. Respecto de los diagnósticos psiquiátricos el 31% fueron de rasgos psicóticos, 20.1% esquizofrenia, 16,5% trastornos de personalidad, 7,8% depresión, 7,8% bipolar, 5,9% adicciones y 0,9% demencias. El 21,8% presentaba epilepsia. El 82,7% presentaba algún TC, 65,1% heteroagresiones, 59,2% agresiones verbales, 57% destrucción de objetos, 45% autoagresiones, 22,3% de la conducta sexual y 7,5% piromanía. Por uso de psicofármacos los antipsicoticos de daban en el 74,3%, 39,4% eutimizantes, 24,3 antidepresivos y 19,3% ansiolíticos. El 10,1% no tomaba medicación. No se encontró relació entre uso de psicofármacos y edad o sexo. De los que tomaban antipsicóticos el 65% no tenía un diagnóstico psiquiátrico que lo justificara. Para los eutimizantes y ansiolíticos tampoco se encontró relación estadística con diagnóstico psiquiátrico. Ello implicaría un alto uso para tratar TC. La regresión logística mostró relación entre esquizofrenia y auto/heteroagresiones y TC sexual. La depresión se asoció a autoagresiones, los trastornos de personalidad a destrucción de objetos, agresividad verbal , piromanía y TC sexual. Las adicciones y bipolaridad se relacionaron con agresividad verbal y destrucción de objetos. La regresión lineal, controlando el diagnóstico psiquiátrico, mostró asociación entre mayor nivel de DI y heteroagresividad con mayores dosis. Para los autores la alta prescripción observada en Reino Unido podría deberse a que los datos se obtuvieron en el periodo 2013-14, previo a la campaña para evitar la sobremedicación de este colectivo. Destacan la alta prescripción de antipsicóticos sin diagnóstico psiquiátrico que lo justifique. Lo mismo ocurre on los ansiolíticos y eutimizantes. Para las dosificaciones sólo se observó relación con las heteroagresiones.

Sugerencias:

Si bien las características de la muestra no permiten conocer datos sobre prevalencia de los problemas de salud mental en la población DI de referencia si son una muestra de:

a.- Las dificultades de realizar diagnósticos psiquiátricos en la población con DI y en especial diferenciar entre TC puros o síntoma de entidades psiquiátricas no diagnosticadas.

b.- La amplia utilización de psicofármacos por ensayo y error ante los TC o síntomas no diagnosticados.

Consecuentemente es necesario:

a.- Trabajar en la mejora diagnóstica que deberá incluir las alteraciones genéticas.

b.- Estudios sobre la eficacia de los distintos tratamientos en la población con DI atendiendo a la heterogeneidad de tal población.

c.- Estudios de revisión de psicofármacos que permitan detectar predictores de éxito en relación a las variables individuales, metodológicas y contextuales . Es especialmente importante diferenciar entre correlaciones y relaciones causales. Así no es infrecuente que se deduzca de la correlación entre tamaño del servicio y uso de psicofármacos causa-efecto cuando las variables ausencia de problemática mental o nivel de habilidades adaptativas podrían dar lugar a la paradoja de Simpson. [-]